Se dice que a los futbolistas, y más a los de la Selección Mexicana, les hace falta autocrítica. No es el caso de Francisco Guillermo Ochoa Magaña. Nada de decir “seremos campeones del mundo”. Nada de emplear frases como “pensemos cosas chin…”.
El portero del América, que va por su quinto Mundial (tercero jugando), pide poner los pies en el suelo y, aunque es de los pocos jugadores que puede volar, señala: “Seamos conscientes, no somos favoritos en el Grupo, ni en el Mundial”, justo a dos meses del debut, contra Polonia.